Siglo XI
Conocida tanto como la Casa del Cid como el Palacio de Arias Gonzalo, esta edificación es célebre por haber albergado a los infantes de León y Castilla, hijos de Fernando I, quienes se criaron junto al Cid bajo el cuidado de Arias Gonzalo.
Es uno de los raros ejemplos de edificio civil de estilo románico que se conservan en España. Situada cerca de la Puerta del Obispo y en frente de la Catedral, ocupa una posición destacada dentro del primer recinto amurallado, ofreciendo unas vistas espectaculares hacia el río Duero.
La Casa del Cid se halla en el lado sur de la Puerta de Olivares o del Obispo, conocida en tiempos del Cid como Puerta Óptima.
El inmueble se distingue por una fachada que da a la muralla, adornada con dos ventanas de arco de herradura, siendo esta parte probablemente la más antigua. La fachada que se orienta hacia la Catedral dispone de una puerta con arquivoltas decorativas, datadas aproximadamente de mediados del siglo XII.
De planta rectangular, solo los cuatro muros exteriores, ejecutados en robusta sillería, se mantienen en pie. La construcción en general es de sillería, sin elementos decorativos destacables aparte de los mencionados. En su interior, cuenta con un jardín y una residencia que ha sido objeto de múltiples renovaciones a lo largo del tiempo desde su erección.
