Santísimo Cristo del Amparo, Las Capas Pardas
FUNDACIÓN
22 de febrero de 1956
Nº HERMANOS
150 aprox.
PASOS
Santísimo Cristo del Amparo
SEDE CANÓNICA
Iglesia Parroquial de San Claudio de Olivares
Plaza de San Claudio, s/n, Zamora
Esta procesión destaca por su carácter introspectivo y se inspira en las tradiciones de la comarca zamorana de Aliste, incorporando elementos rústicos que le otorgan una estética única e inigualable.
Conocida entre los locales como la procesión de ‘Las capas pardas’, debe su nombre al distintivo hábito que visten los hermanos, que se convierte en el sello identitario de esta ceremonia.
Los cofrades avanzan en una formación que recuerda a una cruz, mientras que las matracas resuenan marcando el avance de la procesión. La atmósfera se enriquece con la música fúnebre interpretada por un bombardino y un cuarteto de viento, añadiendo solemnidad al recorrido que serpentea por las calles adyacentes al Castillo.
Uno de los momentos más emblemáticos y desafiantes es el tránsito bajo la Puerta del Obispo.
Al concluir el recorrido y regresar al punto de inicio, un coro eleva sus voces en el ‘Miserere Popular Alistano’, cerrando la procesión con un acto de profunda emotividad y recogimiento.
Los hermanos de la cofradía se distinguen por vestir la tradicional capa alistana, prenda emblemática que envuelve sus figuras en un manto de solemnidad y respeto durante la procesión. Esta capa, rica en historia y significado, no solo los protege del frío de la noche, sino que también simboliza la unidad y el compromiso compartido de todos los miembros de la hermandad.
Complementando su atuendo, cada hermano porta un farol de hierro forjado, cuidadosamente elaborado. Estos faroles, con sus delicadas formas y detalles, no solo iluminan el camino durante el recorrido procesional, sino que también añaden una dimensión de misticismo y belleza a la marcha. La luz que emanan estos faroles guía los pasos de los cofrades, creando un efecto visual impresionante que realza la atmósfera de devoción y recogimiento.
Juntos, la capa alistana y el farol de hierro forjado se convierten en símbolos potentes de la identidad de la hermandad, reflejando tanto su arraigo en la tradición como su espiritualidad profunda.