Siglo XI
Actualmente conocido como Portillo de la Lealtad, este lugar es famoso en la tradición por ser el punto por donde Vellido Dolfos ingresó a la ciudad tras asesinar al Rey Sancho II El Fuerte, siendo perseguido por El Cid en el año 1072 durante el Cerco de Zamora.
Forma parte de las puertas del primer recinto amurallado y se encuentra ubicado en los jardines del Castillo, estratégicamente situado entre la Catedral y la Iglesia de San Isidoro.
De estructura alta y angosta, está enmarcada por vegetación y se asienta sobre un terreno accidentado, en uno de los segmentos más irregulares del contorno de la muralla, y se caracteriza por un arco de medio punto. Su importancia radica más en su significado histórico que en su valor artístico.
Hoy día, sigue en uso como paso entre distintas zonas de la ciudad y se mantiene en un estado de conservación excepcional.